El primer acuerdo

 


Según la Sabiduría Tolteca, existen unas reglas básicas, unas pautas para jugar al juego de la vida en conexión con tu propia naturaleza, autenticidad y la unicidad de tu ser. Son cuatro acuerdos aparentemente muy simples de comprender, aunque no tanto a la hora de ponerlos en práctica. En este artículo quiero concentrarme en el primero de todos, en mi opinión, quizá el más importante de los cuatro y en el que normalmente solemos fallar porque con regularidad vivimos sin tomar responsabilidad en lo que nos sucede y dejamos que nuestro poder quede a la deriva, a merced de las circunstancias.

El primer acuerdo que debes grabarte a fuego es este: Sé impecable con tus palabras. No me refiero a las palabras que dices a los demás, sino a las que te dices a ti mismo, porque ellas son el inicio de una relación en armonía con los demás. Las palabras tienen una fuerza bestial para mover montañas, cambiar opiniones, dirigir a otras personas y nuestros pensamientos hacia donde queramos. Son la clave de nuestras relaciones personales y de innumerables procesos que nos suceden en nuestro día a día. Sin embargo, no nos damos cuenta de ese poder que tienen nuestras palabras y con una ligereza increíble juzgamos y comentamos sin pudor las acciones ajenas, las criticamos, las condenamos. Y lo haces sin darte cuenta de que aquello que condenas en el otro con tanto ahínco, previamente lo has condenado en ti y no eres consciente de ello. Por eso, este es el primer acuerdo que debes hacer contigo mismo, y comprometerte en serio a llevar a cabo, debes hablarte con respeto y ser impecable en tu forma de tratarte.

Las palabras son capaces de levantarnos el ánimo o hundirnos en la miseria, y no hace falta que nos las diga nadie, ya lo hacemos nosotros mismos. No nos conformamos con echar pestes del otro, sino que utilizamos las palabras para machacarnos a nosotros mismos, sin piedad, para intentar encajar en una sociedad basada en alcanzar metas y conseguir medallas… y cuantas más mejor. ¿De qué te sirven tantas medallas y tantos éxitos si eres un déspota contigo mismo y con los demás? Las palabras que te dices a ti mismo reflejan la forma en la que te relacionas con tu entorno y la manera en la que tu vida se despliega ante tus ojos te muestra la calidad y bondad de tus pensamientos y de tu forma de hablarte, algo que por ende marcará tus relaciones con los demás.

Ser impecable con tus palabras muestra el respeto y el amor que sientes hacia ti mismo. ¿Qué te dices cada día al despertar? ¿cómo te hablas? Si te paras a pensar quizá te des cuenta de que en muchas ocasiones estás inmerso en un esfuerzo continuo por agradar y caer bien a los demás, que consume tu energía y te deja exhausto, para minutos después decirte cosas como «no tenía que haber hecho esto o lo otro, qué estúpido soy, si es que me tenía que haber callado, no sé hacer nada bien, etc». Pero si cuidas lo que te dices, cuidarás lo que dices a los demás y esto, a su vez, revertirá en ti de nuevo.

Si eres impecable con tus palabras, te quieres y te respetas, te será más fácil la comunicación con la otra persona, porque aprenderás a poner límites y a no permitir que el otro los sobrepase, así comprenderás que una forma sana de relación con los demás comienza con un trato respetuoso hacia tu persona. Recuerda que tú eres el principio del cambio. Por ello, trabaja en tu autoestima, trátate con mimo y ponte en valor porque si quieres que el mundo te muestre sus bondades, primero te toca trabajar en las bondades que hay en ti.

Haz una lista con aquellas frases que te estás diciendo y que determinan las decisiones que tomas en la vida y te hacen transitar por caminos pedregosos. Analiza el origen de esas palabras que te hacen daño y cámbialas por otras que te hagan estar en paz contigo. Si cambias tus palabras y la forma de tratarte, enseguida verás los cambios a tu alrededor. Pruébalo y me cuentas.





Comentarios

  1. Buffff muy cierto!!! Me lo dicen continuamente!!! Sabes cómo soy y me cuesta pero debo cambiar esas palabras y esas acciones sobre mi.
    Todo por agradar a la demás gente. No dándome cuenta que al que me daño es a mi.
    Eres muy buena persona y sabes muy bien lo que decir en el momento justo y adecuado. Y ya me lo dijiste en su día. Cuida tu autoestima por qué eres un hombre muy grande. Te falta creer en ti.
    Gracias Asun 😘😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este proceso de crecimiento no termina hasta que nos vamos de este plano. El primer paso es darse cuenta de lo que te sucede y de tus reacciones, y eso ya hace tiempo que lo haces. Los cambios requieren un tiempo y tú vas por el camino... disfruta del viaje. Gracias a ti por cada una de tus opiniones, son muy valiosas para mí. Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario