Un respiro

 


Para un momento. ¿Por qué tienes tanta prisa? Te lo estás perdiendo todo por tu empeño en ir tan rápido. Detente un instante y mira, observa con cuidado. ¿Qué está pasando a tu alrededor? ¿qué ves?

¿Te has parado a pensar que la mayoría de las veces no te das cuenta de todo lo que sucede a tu alrededor? No te paras a observar y dejas que el momento presente, ese que es tan valioso, se esfume. Y con él también se desvanece el futuro que quieres, el futuro se vuelve incierto e inseguro porque vas demasiado deprisa y no ves lo que tienes ni lo que eres, incluso puede que ni te plantees lo que quieres ser. Y así pierdes el ahora, que es la base y los cimientos del mañana.

No puedes ir siempre corriendo a todas partes. Aquieta tu mente y tu necesidad de seguir corriendo, de vivir tan acelerado. Detente y vuélvete curioso, experimenta con tus sentidos. ¿Qué ves? Sopla una ligera brisa fresca que penetra por tus fosas nasales, sientes cómo llega a cada rincón de tu cuerpo. Y con ella sientes que estás vivo, y contigo todo lo que te rodea… otras personas, pero también los árboles frondosos que agitan sus ramas llamando tu atención, el cielo tan azul que se pierde en el horizonte, los pájaros que revolotean por encima de tu cabeza buscando comida, la tierra que grita tu nombre con cada latido… ¿de verdad no lo escuchas?

Todo lo que te rodea está perfectamente coordinado y orquestado para despertar tus sentidos. Y vas tan deprisa que se te olvida apreciarlo.

Escucha el latido de tu corazón, puedes hacerlo si prestas atención, a veces incluso lo sientes en el dedo de la mano. Escucha el sonido del viendo y el trasfondo de una conversación. Escucha con el corazón y permite que la naturaleza te transmita su sabiduría, deja entrar los sonidos que te rodean y te mantienen anclado al momento presente.

Observa lo que tus ojos están mirando. ¿De verdad estás prestando atención? O crees que miras pero tus ojos no aprecian ningún detalle distinto al de ayer. Observa la maravilla de la vida delante de ti, te llama y te incita continuamente para que la sigas, para que no te detengas. Deja que los olores que te llegan te traigan recuerdos y rememoren tus deseos. Siente con tus manos la fuerza de crear armonía y paz a tu alrededor.

Coge aire, siente cómo va penetrando en cada una de tus células, en cada milímetro de tu piel y la nutre, la alimenta. Detente un segundo y observa. Nada se detiene a esperarte, el mundo sigue girando mientras vas despistado con tu galimatías mental. Siempre está sucediendo algo a tu alrededor, una conversación entre dos personas, alguien contestando una llamada de teléfono o mirando el whatsapp, un perro en el parque jugando a la pelota, un gato corriendo detrás de otro, coches y más coches diferentes a la vez pasan sin descanso por la carretera, el sol sigue su ascenso al mediodía, las olas del mar van y vienen sin cesar, pájaros que revolotean y gorjean animados en los árboles, un niño discute con otro y ese otro pega una patada al aire.

Detente. La prisa no va a hacer que llegues antes a la meta, todo lo contrario, ir tan acelerado te nubla los sentidos y no te deja ver los senderos que salen del camino principal. Tomar decisiones desde un estado de celeridad es un acto inconsciente e irresponsable para contigo mismo. Olvida las prisas y preocúpate de poner consciencia para saber hacia dónde debes encaminarte. ¿Crees que llegarás antes si vas corriendo en lugar de disfrutar del paseo? Puede que llegues antes pero quizá llegues a un lugar donde no quieres estar, quizá ese no es el sitio donde debes estar. Si vas deprisa, te saltas algunas salidas. Puede que una de ellas fuera la adecuada y te las has perdido despistado en tus pensamientos. Recuerda parar y tomarte un respiro.

Comentarios

  1. Pues si vamos acelerados en esta vida de consumismo y no apreciamos las cosas buenas de la vida.
    Por mi parte intento captarlo todo lo que me rodea porque la soledad me lleva a ver cosas que otros no ven. Pero también a veces muy demasiado acelerado.
    Gracias amiga por el famoso artículo que has escrito .
    Que me dice que hay que echar el freno.😉
    Continua me encanta tu blog👋👋👋

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    1. La sociedad no para de achucharnos para acelerar pero, afortunadamente, cada vez hay más gente que ya no va con tantas prisas por la vida. Y menuda paz que se siente. Un abrazo. Gracias por tu apoyo continuo.

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