Un poco de incoherencia

 

Este artículo no está escrito con la intención de hablar de política ni mucho menos, es un tema que cada día me parece más un juego de niños peleando en el patio de un colegio para conseguir imponer su voluntad al resto y me parece penoso. Sin embargo, desde hace semanas llevo escuchando por las noticias, con bastante incredulidad, cierta forma de proceder ante esta situación de pandemia tan agobiante y controlada que estamos viviendo desde hace ya casi un año que no logro entender por más empeño que le ponga. Y desde aquí quiero hacer una mención a ello, sencillamente porque la considero inaceptable y completamente inapropiada dadas las circunstancias.

¿Dónde ha quedado la coherencia entre el modo de pensar y el de actuar? ¿acaso no debe haber una estrecha relación entre ambos para que las personas suenen creíbles? Personalmente, no me inspira confianza alguna cuando una persona piensa de un modo y actúa distinto. Quizá usted no comparta la misma opinión, pero yo no comprendo el sentido de actuar de forma tan incoherente con respecto a las medidas restrictivas, impuestas por ellos mismos por cierto, y pretender que las aceptemos y la confianza siga intacta.

Según la RAE, la coherencia se define como la “actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan”. Y ya que estamos en una pandemia, con miles de restricciones de movilidad, faltos de ver a nuestros seres queridos, encerrados en casa a partir de ciertas horas de la noche, con bares y negocios cerrados y horarios reducidos para evitar contagios… ¿qué hacen los transportes públicos a reventar de personas? ¿por qué no hay aforo limitado en trenes, autobuses y metros? ¿por qué en los supermercados no hay control sobre el número de clientes que entran y salen? ¿alguien conoce que haya habido algún brote en cualquiera de estos lugares?

No creo haber visto una noticia de estas características por la televisión. Pero, además, y lo que me parece una falta absoluta de incoherencia y de respeto hacia los ciudadanos, es que se permita, e incluso se anime a ir a votar a las personas contagiadas el próximo 14 de febrero. ¿Cómo es posible que en esta situación tan asfixiante que estamos sufriendo los españoles se ponga un horario específico para que los contagiados puedan ejercer su derecho al voto, cuando el resto de los ciudadanos tiene que estar confinado en casa y los contagiados aislados sin poder salir y sin ningún tipo de contacto? ¿por qué no se impone el voto telemático? Considero que es una opción bastante viable, teniendo en cuenta la era tecnológica en la que vivimos actualmente, en lugar de exponer a aquellos a los que les toca estar ese día en las mesas electorales, que, además se tienen que poner un EPI y hacer un curso de formación.

Me resulta complicado encontrar un poco de coherencia en todo esto. ¿Es más importante un voto que una persona? Creo que toda esta situación se nos ha ido de las manos y vamos dando palos de ciego para intentar mantener el control, algo que, por cierto, no está ocurriendo.



Comentarios

  1. Tienes mucha razón, en mi opinión nos quieren quitar la libertad de abrazar a la gente...
    ¡Claro que son necesarias las normas!
    Y hay que cuidarse también pero creo que se están pasándose con quitarnos los derechos de compartir con la gente y aislarnos del niestro alrededor, yo acepto que yo he dado un abrazo a una persona no conveniente conmigo.
    Lo necesitamos a veces,
    ¡Gran reflexión!
    😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Somos seres sociales y necesitamos el contacto físico tanto como comer y respirar o puede que perdamos parte de nuestras neuronas, se morirán por falta de contacto y cercanía. Un abrazo es imprescindible, es supervivencia.

      Eliminar

Publicar un comentario