Siembra y recoge

Sabia la vida que te pone delante de aquello que necesitas mejorar. Y te pondrá delante de las personas y situaciones que te ayudarán a quitarte esa venda que tanto tiempo llevas puesta en los ojos. Sin embargo, te niegas a ver…

Cuánto esfuerzo cuesta quitarse esa venda, porque duele descubrir lo que hay dentro de ti que no te gusta y que tan alegremente catalogas en otras personas. Qué triste creerse mejor que nadie o con más derechos solo por el simple hecho de que el otro es distinto a ti.

Estás solo ante el mundo por mucha compañía que tengas a tu alrededor, ¿es que no te has dado cuenta aún? Tú eres el que tendrá que cargar con las consecuencias de tus actos, con la amargura de tus remordimientos, y rendirás cuentas llegado el momento. Y en ese momento estás solo ante el mundo. Pero tienes el mundo a tu servicio si aprendes a jugar tus cartas. ¿Por qué quedarte enganchado a todo lo que no te hace estar en paz? ¿por qué continuar sintiendo una envidia que te va corroyendo por dentro? ¿por qué no deshacerse de esa rabia que controla cada uno de tus movimientos, pasos que das y palabras que salen de tu boca sin conciencia? Tu boca no entiende que la magnitud de tus palabras proviene de tu alma dolorida en un intento de disminuir la presión.

¿Por qué no sanar de una vez por todas esas heridas antes de que terminen convirtiéndose en un cáncer? ¿por qué no aprender a gestionar lo que te consume por dentro para que seas capaz de alejarte de las personas y situaciones que te restan energía en tu día a día?

Oh… este mundo que es tan apasionante y traicionero a la vez, cuando la calidad de tus pensamientos no es tan pura y transparente como para sentir amor por todo lo que te rodea, cuando te quedas en el rumiar de la envidia y la desvalorización al creerte con derecho a tener más que el que está a tu lado. Siempre quieres más, aunque sepas en el fondo de tu corazón que no has hecho lo suficiente para merecerlo y no te corresponde, pero aún así, lo quieres, crees que necesitas más que tu compañero y vas a por ello, aunque implique pisar a quien se ponga por delante en tu camino. Y cuando hayas saboreado los manjares de tu victoria, ¿te ha merecido la pena el pacto al que sometes a tu alma desagradecida?

Procura mantener tu conciencia limpia porque todo se paga más pronto o más tarde. Lamentarás las envidias y rencores que con tanto ahínco has conservado y cultivado durante tantos años, esas que te hacen sentir un falso poder al someter al otro a tus trucos de manipulación, esas que te hacen mirar el mundo por encima de tu hombro como si te creyeras superior, invencible, pero que, en el fondo, reflejan la rabia interna con la que tú mismo tienes que lidiar cada día.

Intenta mantener tu esencia intacta, no permitas que se corrompa por la pobreza del alma de otras personas que han vendido la suya. Mantente en equilibrio y sé fuerte en tus convicciones, porque ellas te llevarán al lugar donde debes llegar. Y confía en el poder del universo que sabe lo que te mereces y debes experimentar para mantener pura tu alma y vivas así una vida de paz y gozo. Confía y ríndete, es lo único que puedes hacer para llegar allí donde estás predestinado a llegar.