Este es mi artículo cincuenta y me hace mucha ilusión porque significa cumplir una pequeña meta, subir un escalón más. Por eso, mi más sincera admiración hacia ti, querido lector, que has seguido mi trayectoria y mis reflexiones con tanta atención y paciencia.
Escribo este artículo después de releer este otro, http://www.lavidaenunsegundo.com/2020/06/quien-eres-tu.html. Es una reflexión a partir de otra, es otra vuelta de tuerca.
¿Eres consciente de qué porcentaje hay de ti en tu forma de actuar?, ¿eres tú al 100%?, ¿en cualquier circunstancia?. Quizá piensas que sí y descubres que, en realidad, sigues siendo tu padre, o quizá tu madre es quien actúa a través de ti. Así que a veces te das cuenta que haces lo mismo que tu padre o dices lo mismo que tu madre… o viceversa, qué más da.
¿Sabes de esos momentos en que tienes que tomar una decisión y cuando ya has decidido, y actuado, se te queda el cuerpo con mal sabor de boca? Uy… esto no es lo que quería hacer, o ¿por qué habré dicho eso?. Cuando te sucede algo así, esa persona no eres tú, a veces respondes según tu condicionamiento y dejas de lado tu propia verdad. Condicionamientos que se han convertido en una parte de ti muy importante, los has interiorizado tanto que llevas toda la vida creyendo que son tuyos propios en lugar de adoptados de otros.
Y al tomar decisiones, ¿estás seguro que decides tú?, porque también están ellos ahí presentes, tus padres quiero decir, ayudándote a tomar la decisión, porque una parte de ti está condicionada por todo lo que te han enseñado, miedos y fortalezas incluidas. Ya el tiempo te dirá si fue la decisión correcta o metiste la pata hasta el fondo.
Prueba a buscar el origen de tus miedos y de alguna de tus dificultades y comprueba si, en cierto modo, una parte de ti, aunque sea muy pequeña, sigue reflejando un modo de acción que no es el tuyo al cien por cien.
Sin embargo, así es como debe ser, ellos son nuestros referentes, nuestros modelos, porque de alguien tenemos que aprender y su aportación es fundamental para nuestro crecimiento y expansión. Es nuestra base, nuestra mochila llena de recursos para incorporarnos al mundo. Igual que el DNI te aporta una identidad, ahora puedes salir al mundo y presentarte: “hola, soy Pepita, encantada de conocerte, aquí estamos mi mochila y yo”. Cada uno llevamos una que es diferente a la de los demás, no podría ser de otra manera.
Copiamos todo tipo de comportamientos, frases y expresiones que nos gustan y sabemos que, al menos a otros, le funcionan, gestos que nos parecen graciosos de cualquiera de nuestro entorno más o menos cercano, amigos, compañeros de trabajo, vecinos y hasta del tendero de la frutería de al lado. Seleccionamos todo aquello que vemos que a otros les va abriendo las mismas puertas que queremos atravesar, aunque eso no significa que se vayan a abrir de par en par ante nosotros al aplicar la misma técnica.
Pero de pequeños nos lo tragamos todo, lo que nos sirve y lo que no, pero es que no podemos hacer otra cosa, simplemente estamos indefensos y lo aceptamos como consecuencia de la confianza que vamos desarrollando y necesitamos para desenvolvernos. Ya de adultos toca revisar todo aquello que fue válido y útil en algún momento concreto de nuestra vida, pero que puede que haya ha dejado de tener la misma utilidad en el momento presente.
Y entonces, debajo de las miles y miles de capas de condicionamiento, ahí estás tú, completamente desprotegido y no tienes ni idea de quién eres en realidad hasta que analizas con detenimiento si actúas siendo tú mismo o como otra persona. ¡Cuidado! … porque corres el riesgo de no saber quién eres.
Lo fantástico de todo esto es, en primer lugar, reconocer y darte cuenta de quién eres tú sin condicionamientos, lo cual es un proceso un poco feo, se empiezan a desmoronar los cimientos de tu castillo; en segundo lugar, averiguar de dónde proceden tus condicionamientos y en tercer lugar, decidir si quieres seguir viviendo según esos condicionamientos y lo que crees que eres o bien, dejarte guiar por tu GPS interno, tu brújula, esa que nunca se va a equivocar porque sabe hacia dónde vas. Si te atreves a confiar en que la vida te va a ir trayendo lo que necesitas y a eso le sumas un poquito de paciencia, cosa que no es fácil hay que reconocer, se irá desplegando todo un mundo nuevo para ti.
Ojalá!!! Vaya ocurriendo lo que dices!!!
ResponderEliminarLlevo en mi lo que me inculcaron mis padres que no es malo. Pero necesito que esa brújula o GPS empiece a funcionar. Pues algunas veces parece que me vuelvo loco y no sabe uno para donde tirar .
Pero tu blog y mi trabajo particular. Va viendo su luz aunque algunas veces ande entre tinieblas. Bravo👋👋👋
Amigo mío, estás trabajando mucho en ti y los cambios se notarán, aunque tú no te los veas, seguro que los demás sí. Escúchate y tendrás claridad mental. Animo, un abrazo
EliminarRealmente somos nosotros y nuestras vivencias. La escuela de la vida, vamos aprendiendo y formandonos cada día.
ResponderEliminarEs una suerte tener a los demás para ir aprendiendo de ellos y de todo lo que vivimos, y a la vez ir enseñando un poco de nosotros.
Eliminar