Tu nombre es el mejor regalo que te pueden hacer. Te hace ser único entre millones de personas. Y aunque existan otras personas con tu mismo nombre, el tuyo tiene connotaciones especiales que solo te atañen a ti. Es tuyo por derecho.
Tu nombre es mágico, no lo olvides, te identifica como un ser extraordinario. ¿Sabes de dónde procede tu nombre?, ¿por qué te llamas así?. De entre los montones de nombres que existen, ¿por qué ese precisamente y no otro?. Cada nombre tiene un significado propio que de alguna manera te impregna con él.
¿Te llamas como alguno de tus padres o como tus abuelos?, ¿como un primo quizás? O tienes quizá un nombre absolutamente nuevo en tu familia. La procedencia de tu nombre determina también parte de tu naturaleza, porque cuando te ponen el nombre de otra persona conocida, heredas inconscientemente una parte de ella, de su carácter y de su esencia.
A veces no damos importancia a nuestro nombre como se merece, incluso lo cambiamos si no nos gusta, pero tu nombre es una de las pocas cosas que te va a acompañar toda la vida.
Y nos sienta tan bien que nos llamen por nuestro nombre… nos hace sentir importantes.
Yo sé de dónde procede mi nombre y he comprobado esas conexiones que existen. ¿Sabes tú el origen del tuyo?
¿Te cuesta recordar los nombres de otros? Es curioso que algunos se graban a fuego en nuestra memoria y otros no hay forma de recordarlos. ¿Tendrá algo que ver la relación que existe entre esa persona y tú?. Es más fácil quedarse con el nombre de esa persona que nos importa, que nos hace vibrar o de aquella otra que nos ha hecho daño; sin embargo, olvidamos en décimas de segundo cualquier nombre con el que no tenemos ningún tipo de afinidad.
Un truco: escribir el nombre con alguna reseña que te llame la atención, y repetirlo mentalmente para grabarlo a fuego en la memoria.
Comentarios
Publicar un comentario