Carta al dinero

 

Querido dinero:

Aunque he tardado mucho tiempo en entender cómo funcionas, ahora sé el lugar que ocupas en mi vida. La nuestra es una relación de esas con solera, de las que dura toda la vida y después de todos estos años juntas, sé que estás ahí para ayudarme, para darme amor, sabiduría, para apoyarme en mi crecimiento, para ayudarme a ser más generosa y para ser mejor persona.

Gracias a ti vivo en una casa en la que dispongo de todas las comodidades que necesito, tengo un vehículo que me lleva a todas partes y me permite disponer de la libertad para desplazarme donde me apetezca, mi despensa está siempre llena y eso me permite tener una buena calidad de vida y una buena salud … todo eso te lo debo a ti.

Gracias a ti he podido tener unos estudios, al menos tener la posibilidad de formarme en lo que he querido y desempeñar un puesto de trabajo desde el que poder ayudar a los demás y transmitir todos mis conocimientos.

Gracias a ti soy una mujer independiente que valora la libertad de poder elegir lo que quiero hacer y dónde quiero estar. He conocido muchos rincones del mundo, he visitado muchas ciudades, he subido muchas montañas, he visto muchos lagos, he conocido a muchas personas con las que he compartido momentos como un café, una comida y una buena charla.

Tu presencia en mi vida me permite seguir avanzando en mis proyectos y en mis inquietudes. Sé que vas a cuidarme si yo también cuido de ti, porque nuestra relación es como esa de los matrimonios a la antigua, hasta que la muerte nos separe. También sé que, te guste más o menos, tú tampoco puedes vivir sin mí. Así que quiero agradecer el que hayas decidido quedarte a mi lado.

Cada día voy aprendiendo a relacionarme mejor contigo, tú me estás enseñando, te pido que tengas un poquito de paciencia y sigamos estrechando los lazos que nos unen.

Atentamente

Una amiga fiel

 

Te escribo una pequeña carta en honor y agradecimiento por todo lo que me has proporcionado.

El dinero es tan importante como cualquier otra parcela de tu vida, o quizá es bastante determinante de tu bienestar. Por eso debes buscar la forma de establecer una relación lo más sana posible con ese compañero que va a estar contigo por el resto de tu vida.

Si lo consideras como una de las muchas relaciones con las que tienes que aprender a relacionarte en tu día a día, te darás cuenta de que, así como ocurre con cualquier intercambio, unos días te proporcionará alegrías y en otros momentos muchos quebraderos de cabeza.

Lo más importante es aprender a cuidarlo, mimarlo y prestar atención a los pequeños detalles, a sus necesidades, que al mismo tiempo serán también las tuyas. Y bendecir que forme parte de tu vida… eso no se puede olvidar, para que siga fluyendo. No te preocupes demasiado por soltarlo, porque recuerda que simplemente es una energía más que te da estabilidad, tanto a ti como a los demás, y que te será devuelta como poco con la misma magnitud con la que lo hayas lanzado al mundo.

Es una parcela más a la que debes dedicar una parte de tu tiempo, pero sin agobios ni exigencias, porque las relaciones no funcionan desde el afán de posesión. Ya sabes que cuanto más intentas atrapar algo, más se te escapa de las manos.

¿Te has cuestionado cuál es tu relación con tu dinero? ¿has dejado dinero alguna vez a alguien que lo necesite?