De repente te fuiste para no volver jamás, dejando un hueco que nadie más puede ocupar. Te marchaste cuando todavía apenas habíamos empezado a compartir la vida, cuando apenas habíamos comenzado a conectarnos de nuevo.
¿Por qué tuviste que marcharte tan pronto?
Nos quedaba tanto por compartir… Ahora que estábamos a punto de volver a reencontrarnos, de volver a abrazarnos y decirnos todo lo que no habíamos podido contarnos durante tantos años. Ahora que había empezado a abrirse un pequeño sendero y todo indicaba que el lazo de unión entre nosotros se había vuelto a estrechar, un lazo aún apenas perceptible, un poco frágil es cierto, casi tan invisible que podría romperse en cualquier momento, pero ahí estaba… y a la vez el miedo aún latente, miedo a que se volviera a romper esa estrecha conexión.
Tan solo era un principio, y después llegaría la confianza, poco a poco, con el tiempo y la dedicación, poniendo atención y cuidado. Sin embargo, apenas si estábamos empezando… y te fuiste.
¿Qué has querido enseñarme?, ¿qué has venido a enseñarme con tu partida?, ¿cómo llenar el espacio vacío que has dejado?.
Tan solo se me ocurre una cosa para honrar tu recuerdo… aprender a vivir sin desperdiciar el tiempo, apreciar todo lo que nos rodea y valorar a las personas cada una en su momento de evolución, amar la naturaleza que nos da la vida y que es vida al mismo tiempo.
Contigo he vuelto a recordar la importancia de decir lo que siente el corazón sin esperar a tener permiso, porque puede que ese permiso llegue tarde o simplemente no llegue en el momento preciso. Me has hecho recordar la importancia de no dedicar un tiempo en exceso a aquello que permanece estancado día tras día y que no depende de uno mismo darle una solución.
Me has enseñado a no quedarme atascada con las cosas que me impiden avanzar, a tratar con respeto a las personas que aparecen en mi camino y, al mismo tiempo, a hacerme respetar, porque el que no se respeta a sí mismo no puede esperar que lo respeten los demás.
Esto me has enseñado… ojalá no hubieras tenido que marcharte.
Buff!!!! No se querida amiga quién es el de la marcha? Pero que verdad y que enseñanza trae tu lectura .
ResponderEliminarSé que hay que aprovechar el momento, dejar ir a la gente, hay que valorar las cosas en su justa medida , pero uffff que difícil es soltar cuando le coges cariño a una cosa, persona, animal deja un hueco difícil de rellenar😰😰
El hueco no se puede rellenar, queda una cicatriz y toca aprender a vivir con ella. Cuando la vida te pone o te quita algo o alguien, es porque así debe ser para que revises tus valores y creencias. Y si has aprovechado el tiempo, tan solo te nace el agradecimiento por lo compartido y lo aportado a tu vida. Pero sí es difícil ...
Eliminar