Miedo a qué...

 


Tenemos miedo por todo, y en realidad, a menos que venga un huracán o peligre la vida porque tengamos delante de nosotros a un jaguar, la mayor parte de las veces está todo en la cabeza. Son miedos absurdos, infundados pero muy potentes y paralizantes.

Hay miles… Miedo a no ser aceptado, miedo a las burlas y descalificaciones de otras personas, a las duras críticas y juicios que son ajenos a ti y corresponden a quienes tienen una visión diferente del mundo a la tuya. Es simplemente eso, una perspectiva distinta sobre el mismo asunto.

Tenemos miedo a suspender un examen, a quedarnos solos, a que nos rechacen por el hecho de no tener la misma opinión o actuar de acuerdo a nuestras propias convicciones, a no entrar dentro de los patrones marcados por una sociedad consumista y desvalorizada. Tenemos miedo a no gustar a otra persona, da igual si es chico o chica, y a menudo se nos olvida que para gustar a alguien primero tenemos que gustarnos a nosotros mismos y apreciar el valor que tenemos como seres humanos.

Tenemos miedo a hacer cosas de las que nos podamos arrepentir más tarde cuando de lo que realmente te vas a arrepentir es de aquellas cosas que no tuviste el valor de hacer porque el miedo te frenó. Tenemos miedo a equivocarnos en nuestras decisiones, pero es que tenemos derecho a equivocarnos y, de hecho, es a través de nuestras meteduras de pata como canalizamos esos errores y sacamos la enseñanza para no volver a repetirlos. ¿Hay alguna otra forma de aprender? Una disculpa sincera, de corazón y listo. Son los patrones mentales los que dirigen nuestro actuar de forma inconsciente en muchas ocasiones y cada uno debe modificar los que no funcionan.

Tenemos miedo a ser juzgados por cómo actuamos, aunque en ocasiones lo hagamos pensando más en el otro que en uno mismo. Y ahí está el error… tomar una decisión en base a cómo lo puede interpretar la otra persona sin cuestionarte la repercusión que dicha decisión tiene sobre ti. Pero ¿quién se atreve a criticar tu forma de pensar y actuar? Nadie está atravesando el momento que tú vives ahora.

Miedo a no ser valorados ni tenidos en cuenta, aunque te dediques en cuerpo y alma a cuidar del otro, a ser ignorados cuando nos mostramos por primera vez. Miedo a mostrarnos vulnerables y frágiles, aunque continuamente mostramos nuestra fragilidad en nuestras relaciones en algún aspecto de nuestro ser. También miedo a ser ignorados por mostrar nuestra autenticidad y salirnos de lo que se considera “la norma”.

¿A qué tanto miedo? ¿No tienes miedo a darte cuenta de que el tiempo ha pasado y no has vivido? Cuando el miedo te paraliza, entonces dejas de vivir. Cuando te liberas de esos miedos, empiezas a vivir. Deberíamos tener miedo a no vivir.

El miedo es irreal y gran parte de lo que nos asusta no puede tener ningún efecto en nosotros, si no se lo permitimos. Nos da miedo la incertidumbre de no saber qué puede pasar y por eso ni siquiera te atreves a andar el camino. Pero es que simplemente hay que echar a andar y el miedo va desapareciendo poco a poco.

¿No te da miedo darte cuenta de que por tu falta de valentía y confianza has tirado la toalla antes de tiempo? Si no superas el miedo, él será más fuerte que tú y no te dejará avanzar. A la vida hay que echarle valor y pisotear el miedo. Lánzate a probar.

Comentarios

  1. Bonita reflexión amiga!!!
    Siempre he vivido con miedo por diferentes motivos y siempre me ponía excusas. Sigo haciéndolo pero me os intento poner en práctica lo que escribes y algunas veces sale bien y otras no también.
    Pero cuando sale bien te llevas de felicidad. Tu cara cambia por completo. Y vives mejor.
    Aún me queda por aprender y tomar esas decisiones pero se que saldré victorioso y mejor persona aun😉

    ResponderEliminar
  2. Genial que lo intentes y cuando te salga bien, acuérdate de darte unas palmaditas en la espalda por haber avanzado un poquito más. Y cuando no salga bien, no te desanimes y aprende para que la próxima vez te salga bien. Sigue adelante... estás en el camino. Mucha suerte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario