La primera vez

Desde que comenzó la aventura de este blog, he querido escribir un artículo inicial, uno que sirviera como punto de partida, pero no ha sido hasta ahora que me ha venido a la cabeza cómo escribirlo.

Cuán diferente es la primera vez de la segunda, tercera y sucesivas, porque la primera vez que recorres un camino eres inexperto y te obligas a estar más atenta a los imprevistos que puedan surgir. No sabes el terreno que pisas, temes resbalar, equivocarte, hacerlo mal y tropezar en cualquier piedra que encuentres durante el trayecto.

¡Qué maravilla la primera vez que te embarcas en un proyecto que te apasiona! El que sea, eso da igual. Se entremezclan un montón de sensaciones que te mantienen totalmente despierta para ser capaz de observar cualquier detalle por minúsculo que sea, a la vez que expectante por lo que suceda y por cómo afectará a tu vida. Vas dando palos de ciego, no sabes el alcance de lo que estás haciendo, la repercusión que tendrá y hasta dónde te llevará. Y precisamente eso lo hace todo más emocionante.

Por una parte, estás deseando ponerte a la tarea y disfrutar mientras la llevas a cabo, aunque al mismo tiempo sientas una curiosa mezcla de inseguridad e ilusión porque no todo está bajo tu control. Es una sensación excitante a la vez.

La primera vez es un camino a lo desconocido, te da la posibilidad de descubrir si realmente te gusta lo que estás llevando a cabo o todo lo contrario, de ahí la amalgama de diferentes sensaciones, inquietud y emoción.

Esa es la magia de la primera vez… cada pequeño detalle es, o debería ser, tenido en cuenta con todas sus posibilidades, sin menospreciarlo.

Porque fuera de esa primera vez todo es más cotidiano, más familiar y predecible… y, por tanto, controlable. Quizá es más fácil saber qué pasará y qué sensaciones tendrás, o quizá no, porque ningún camino tiene el mismo sabor cuando se vuelve a recorrer por segunda vez. Es una percepción distinta en donde la experiencia previa te proporciona otra visión, una experiencia nueva.

Sin embargo, el primer contacto escapa al control, ya que el control es la consecuencia del conocimiento y de la experiencia. La primera vez está todo por descubrir y tan solo tienes una visión parcial del conjunto. Con las sucesivas ocasiones vas encontrando más piezas del puzle hasta completar una visión global.

La primera vez de un viaje, de ver una peli, de conocer a alguien, de empezar un proyecto nuevo, de hablar en público, de tocar un instrumento, de componer una canción. Cuánta mezcla de sensaciones, de cosquilleo en el estómago… hay mucho de magia, de ilusión, de ganas de conocer y crecer, de avanzar y aprender.

Así es como nace este blog, de la ilusión y las ganas por compartir, por experimentar nuevos horizontes.

Y así lo recuerdo y revivo el instante en que decidí emprender esta idea mientras doy un paseo por la orilla del mar.

Comentarios

  1. Muy bueno!!! Y lo estás haciendo muy bien me encanta tu blog😉

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    1. ¡Qué maravilla que lo disfrutes tanto! Muchas gracias por tus palabras, me dan mucha alegría y me ayudan a seguir. Un abrazo.

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    1. Gracias Mari Carmen. Tú también eres parte de este proyecto

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