Cuando opinamos diferente

 


¿Es posible llevarse bien con otra persona aún cuando no se tiene la misma opinión, o el punto de vista es opuesto al nuestro?

Las opiniones distintas a las nuestras, más que provocar un distanciamiento entre personas, podemos considerarlas como otra forma de analizar una misma situación. De hecho, sirven para enriquecer la visión que tenemos del mundo, nos ofrecen perspectivas diferentes a nuestra manera de pensar que, precisamente por nuestro modo de pensar, no habíamos podido tener en cuenta hasta ese momento.

No es necesario compartir la misma opinión para llevarse bien con alguien, pero sí que debemos dar la importancia que se merece a las opiniones ajenas si esperamos que los demás respeten las propias. Todas y cada una de las opiniones son igualmente válidas y ponen un sello personal a nuestra manera de ver el mundo.

Es maravilloso encontrar personas que tengan una misma visión de las cosas pero no es absolutamente imprescindible para conseguir un buen entendimiento en nuestras relaciones interpersonales. Es cuestión de valorar las opiniones ajenas tal y como hacemos con las nuestras, porque todas tienen un mismo valor. Cada uno de nosotros tenemos mucho que aportar al mundo y también mucho que aprender de los demás.


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